Hace dos años, el 2 de abril de 2013 tuvo lugar un evento extremo. Pero un evento extremo por sí sólo no determina necesariamente la pérdida de tantas vidas humanas.
Un territorio no preparado, con intensas precipitaciones pluviales que alcanzaron niveles superiores a los ciento cincuenta milímetros, sumado a la desidia e incompetencia del Gobierno de la Ciudad de Buenos por NO mantener la infraestructura, la limpieza del Arroyo, y un sistema de prevención, causaron la más grave inundación de la historia en la cuenca del Arroyo Medrano, dejando un saldo de seis vecinos muertos en el Barrio Saavedra, del total de las ocho víctimas fatales en la Ciudad de Buenos Aires y el área metropolitana. Eso, además de las pérdidas materiales, afectivas, y el daño psicológico postraumático irreversible que viven los vecinos ante cada anuncio de tormenta.
Los Estados son señores de la vida y de la muerte de las personas cuando se incumplen los derechos humanos de los ciudadanos que, solamente procuran poder desarrollarse en espacios donde el Estado garantice adecuadamente, derechos tales como el acceso a una vivienda digna, a la provisión de servicios públicos, a la atención de la salud, a la educación, al transporte y a tantos otros derechos que, las inundaciones de las manos de la negligencia, impericia o imprudencia de los funcionarios, tornaron en simples declamaciones vacías de contenido, y eso es también condenar a muerte a las poblaciones por más que no sea una pena de muerte formal.
Los vecinos de la Asamblea de Saavedra estamos unidos y trabajamos incasablemente para el bienestar de todos, con la convicción que nos da el conocimiento de saber que podemos no inundarnos más si se hicieran todas la obras necesarias, pero también con la fuerza que nos da nuestro propio sufrimiento y la profunda tristeza que dejaron nuestros muertos por la inundación, los que siempre estarán presentes, y vivirán en nosotros:
Por:
Luna Nicolás
Roberto Horacio Sampellegrini
Arturo Otto Kaerger
Antonio Villaers
Martha Susana González
Eduviges Olivera
Ricardo Caporale
Sofía Nicola
PEDIMOS UN MINUTO DE SILENCIO EN HOMENAJE A NUESTRAS VICTIMAS
Todavía hoy no conocemos con exactitud el desarrollo temporal y espacial de la tormenta del 2 de abril.
Después, del 2 de abril del 2013, solo escuchamos respuestas desvergonzadas:
“Que había sido una lluvia excepcional”, cuando en Diciembre del año anterior, con una lluvia menor habían usado el mismo argumento, sabiendo nosotros que el sistema pluvial es obsoleto en la Cuenca del Medrano.
“Que el entubamiento del Arroyo Medrano se limpiaba solo”, para no admitir la falta absoluta de mantenimiento, cuestión que nosotros demostramos con una simple inspección.
“Que pusieron a disposición todos los organismos de Emergencias”, cuando nosotros, los afectados directos sabemos que no hubo ningún tipo de respuesta ante el desastre, y la ayuda fue únicamente entre los propios vecinos.
Pero las únicas respuestas en estos dos años basada en los hechos vividos, (no en las falsa interpretaciones citadas por los distintos funcionarios) las encontramos nosotros. Para ello, recorrimos todos los caminos posibles, buscando soluciones, nos informamos, denunciamos, y tratamos de transmitir a nuestros vecinos lo que aprendimos.
Así se logró la limpieza de parte del Arroyo, el dragado, la construcción del Reservorio del Parque Sarmiento, y el agregado de algunos sumideros.
Las obras citadas, fueron arrancadas al gobierno de la ciudad, por la enorme lucha de las Asambleas de Inundados de Barrio Mitre y de Saavedra. Fue en las reuniones “técnicas” entre funcionarios de la ciudad y miembros de las asambleas de donde se acordó la construcción de estos reservorios. Por el Decreto 65/13 la cuenca del Medrano fue excluida del presupuesto de obras del Plan Maestro. Y más aún, las partidas asignadas a obras hídricas de prevención y mantenimiento fueron sub ejecutadas en el presupuesto 2013.
Pero también sabemos que esas obras, más alguna más que puedan hacer, sólo servirán para Mitigar las consecuencias de una nueva inundación.
Hoy, dos años después, las autoridades han avanzado muy poco para alcanzar la solución integral al problema de las inundaciones, creando una falsa sensación de seguridad a los vecinos que habitan en la cuenca del Arroyo Medrano.
Cuando desde las Asambleas decimos que “Saavedra no Duerme Cuando Llueve”, estamos alertando por la falta de un Plan de Contingencia y Alerta Temprana, que sabemos que no existe, y del cual el Gobierno de la Ciudad no se hace cargo.
Las lluvias que causaron las últimas inundaciones en las provincias del centro del país, Córdoba, Santa Fe, San Luis, Santiago del Estero, Buenos Aires, nos indican que sólo el azar hace que no coincida una de las llamadas meteorológicamente “Supercelda” con las coordenadas de nuestra Ciudad, a pesar de ello, como dijimos, el Gobierno de la Ciudad no tiene ningún plan de respuesta.
Como si esto no fuera suficiente para preocuparnos, están construyendo el Metrobús de Av. Cabildo que eleva aún más el dique que genera dicha avenida a la escorrentía del agua de superficie, sin realizar ninguna obra hidráulica en paralelo, pese a nuestras advertencias. Proyectan un Túnel en Av. Balbín, que además de la complicación hidráulica, genera un aislamiento de las zonas más vulnerables del Barrio con los Centros de Emergencias.
Luego de dos años de participación comprometida, seguimos exigiendo:
Plan de Contingencia y Alerta Temprana, con participación de expertos especialistas y vecinos afectados en su elaboración.
Plan de limpieza, dragado, y mantenimiento del Arroyo, reglamentado, con regularidad y control de los vecinos.
Puesta en funcionamiento del Comité de Cuenca con participación de los vecinos en la elaboración y control de los proyectos, acorde a lo normado en la Ley Nacional 25.688, de cumplimiento obligatorio, por las distintas jurisdicciones y que afirma que las cuencas hídricas como unidad de gestión del recurso se consideran indivisibles.
La situación actual de vulnerabilidad frente a las inundaciones pone de manifiesto la necesidad de encarar estudios de detalle, que analicen la interacción de los aspectos naturales y antrópicos, es decir todas las modificaciones que sufre nuestro barrio debidos a la acción humana y que intervienen en el fenómeno.
Esa información es indispensable tanto para el diseño de obras de infraestructura, como así también para la implementación de medidas no estructurales y políticas de prevención, que debieran elaborarse en forma conjunta con los distintos actores de la sociedad involucrados.
Es preciso destacar la importancia de propiciar una efectiva PARTICIPACION SOCIAL de los vecinos que habitan la Cuenca Hídrica del Arroyo Medrano en las decisiones sobre la materia, toda vez que son ellos quienes históricamente han padecido las consecuencias de las inundaciones. La efectividad de las políticas públicas difícilmente se logrará si, al trabajo de los profesionales, no se suma la visión de los ciudadanos y ciudadanos que habitan la Cuenca.
Por ello solicitamos acceso a toda la información de obras proyectadas por el Gobierno de la Ciudad que pudieran afectar o agravar la situación hidráulica en nuestra zona. Ya tuvimos las experiencias negativas de obras inconsultas realizadas por este Gobierno, como el “sapito de la calle Arias” y el desagote del shopping Dot a contracorriente, que empeoraron la situación del Barrio Mitre. La resistencia de estas Asambleas pudo frenar el proyecto del Muro perimetral del Barrio Mitre, cuyas consecuencias hubieran sido desastrosas.
Elaborar por cuenca modelos que permitan simular la respuesta de los sistemas de desagüe como herramienta de decisión y planificación, desarrollar sistemas de alerta, elaborar los planes de contingencia, contar con un programa sistemático de mantenimiento y limpieza de sumideros, no requiere de financiamiento internacional, tan sólo de la voluntad de nuestros representantes de los distintos espacios partidarios para el diseño de las citadas políticas públicas.
La inundación padecida el 2 de abril del 2013, irrumpió en la vida de miles de ciudadanos que aquella madrugada despertaron, de distintas maneras, con el agua de lluvia como elemento peligroso.
Al tratarse de un hecho que afectó a miles de personas, el trauma excede el límite personal. La tramitación del mismo requiere también, de la respuesta social y del Estado.
Sabemos que la inundación del 2 de abril de 2013, en la que sufrimos pérdidas de vidas, de bienes materiales y afectivos, fue la anterior a la que vendrá, porque ya ha ocurrido antes del 2 de abril de 2013 y corremos el riesgo de que siga ocurriendo, por todo lo expuesto los vecinos de las asambleas convocantes nos mantendremos movilizados hasta tanto tengamos una respuesta ampliamente satisfactoria a nuestros reclamos.